8 de abril de 2021
Cualquier inversionista debe presentar su declaración anual y para ello, necesitas una constancia de retención de impuestos y no una factura electrónica. Aquí te contamos por qué.
La Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR) especifica que cualquier contribuyente que obtenga ingresos que enriquezcan su patrimonio está obligado a pagar un impuesto.
Como inversionista, los intereses o rendimientos generados están sujetos a la retención por concepto de ISR y a la retención del IVA. El impuesto a pagar dependerá del tipo de inversión que tengas, ya sea en deuda, acciones, así como un fondo de inversión o capital privado. Conoce cuánto debes pagar por tus impuestos AQUÍ.
En la declaración fiscal tienes la obligación de presentar los documentos que respalden todos los ingresos en el ejercicio fiscal ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Actualmente, está habilitada la alternativa de presentar tu declaración fiscal desde la plataforma del SAT. Incluso, existe un formato con información precargada referente a los ingresos, deducciones personales y la retención de impuestos.
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Impuestos que debes como inversionista
La constancia de retención de impuestos se trata de un documento que avala tanto el ingreso como la cantidad que fue retenida del emisor al receptor.
Guillermo Mendieta González, integrante de la comisión de auditoría fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, explicó que este documento lo puede emitir una institución financiera, fondo de inversión o patrón al contribuyente.
Generalmente, una constancia de retenciones de impuestos es requerida por trabajadores o personas físicas que tienen ingresos por honorarios y sueldos asimilados. Aunque también en operaciones en el extranjero así como en inversiones.
“Cuando hago una inversión, el fondo o banco, emite esa constancia de retenciones de impuestos para avalar que se retuvo y pago por cuenta y orden del inversionista el impuesto correspondiente”.
Mendieta González, aclaró que las instituciones o la administradora de fondos es la encargada de proporcionar ese comprobante, mismo que debe estar reflejado en la declaración anual.
De esa manera, en la declaración anual queda registrada la constancia de retención con los impuestos que ya fueron pagados a nombre del inversionista.
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Diferencias entre la factura electrónica y tu constancia
Una factura es un documento que avala la transacción de compra y venta de un bien o el préstamo de un servicio, de acuerdo con la definición del SAT en su portal. Con este documento los contribuyentes con actividad profesional, empresarial y de arrendamiento pueden comprobar sus ingresos y egresos.
Las facturas electrónicas son consecuencia a un acto jurídico como aval para efecto de reforzar o respaldar una operación que llevó a cabo un contribuyente con un tercero.
Este documento se define como dos tipos de comprobantes digitales: de ingresos, es decir, para justificar el pago de un servicio o actividad profesional; y del otro lado, para los egresos o los gastos operacionales o cuentas por pagar de un contribuyente.
Para poner un ejemplo, para operaciones de servicios profesionales, el contribuyente emite una factura a un tercero para solicitar el pago; en tanto, puede solicitar un comprobante de egresos para justificar el gasto por algún bien o servicio como gastos de papelería o personales.
En este punto, especifica el contador, también entran las facturas que justifiquen una devolución de impuestos siempre y cuando sean gastos deducibles.
Ahora ya sabes para qué necesitas un comprobante de retención de impuestos en tus inversiones y cuándo necesitas emitir una factura. En estos tiempos, es importante que lo tengas presente a la hora de presentar tu declaración anual.
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